El 20 de septiembre de 2017 el huracán María arropó la isla. El impacto que tuvo en la economía, vida, y estructura de la isla fue grande. Dañó y tuvo impacto en cada aspecto social de la isla y cada aspecto personal de los residentes. No había pasado el huracán cuando países como los Estados Unidos estaban mandando ayudas, independiente a lo que opinaran los gobiernos. Tras dos años y medio del huracán todavía no se han recopilado los nombres de los 3,057 fallecidos ni se asegura el número, todavía hay sectores sin luz y personas sin hogar, todavía hay necesidades a base del huracán y carreteras sin arreglar. Gracias a esto el estado de Nueva York quiere aportar y conmemorar a las víctimas con un “Hurricane María Memorial”. Los estudiantes de tercer año de la Escuela de arquitectura de la Universidad de Puerto Recinto de Rio Piedras sometieron varias propuestas para lo que imaginan podría ser el memorial. Cada estudiante con un acercamiento distinto. Este fue su proyecto final.

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            Tras ver varias presentaciones elegí la presentación de la estudiante Valeria Santos Mahón. Su concepto para el memorial consistía en representar la muerte. En la presentación Valeria expresó como su propuesta debía representar tranquilidad. La estructura, vista de lado, toma la forma de un ataúd. Dentro del “ataúd” se halla el camino hacia la capilla, la capilla siendo la lápida. Con respecto a los nombres, decidió ubicarlos en placas de metal, dejando placas en blanco para implementar los nombres que aún se desconocen.  El camino a la capilla es un trayecto largo. Sobre las paredes que se tienen a ambos extremos hay dos estanques de agua sin movimiento. El agua tranquila representa la tranquilidad del difunto mientras se encamina al otro lado, una metáfora. Antes del pasillo, en lo que se supone que sea la entrada, hay un espacio vacío que baja dos niveles hasta alcanzar el pasillo. La estructura como tal, está escondida dentro del terreno que se dio.  

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            En la crítica fue discutido el concepto ya que según el jurado invitado “era muy poderoso como para ser comprendido”.  Valeria concordó con ellos en varios instantes, dijo que la idea le dio un poco de miedo ya que sugería cosas fuertes. También expresó como se enfrentó a problemas como el agua. Le criticaron que el agua estancada puede atraer mosquitos, enfermedades, olores fuertes y hasta puede generar colores que generen una sensación de asco. Un problema al que se enfrentó la estudiante fueron los tanques. Surgieron varias ideas con respecto al movimiento del agua sin eliminar el factor “tranquilidad”. Todas requerían que el agua callera de una forma u otra por las paredes que sostenían el tanque, esto requería un sistema de filtros el cual Valeria no tenía ni tiempo ni conocimiento para diseñar. Otro detalle que agregó el jurado fue sobre la entrada. La misma no sugería muy bien ser entrada y se veía vacía. Hubiera estado bien complementada por focos u otro tipo de enfoque que incitara a la persona a querer dirigirse a esa entrada.

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            Elegí escribir sobre este proyecto porque lo encontré interesante. Pienso que el concepto fue bien ejecutado a pesar de ser tan amplio que fue, por decirlo así, el peor enemigo de la diseñadora. Estoy de acuerdo con las críticas que señaló el jurado. Pienso que de haber tenido más tiempo, la idea hubiera podido crecer un poco más. Noté a Valeria con miedo al presentar a pesar de que conocía su trabajo y sus intenciones. La idea estaba clara, el desarrollo no tanto. Me agradó el concepto de enfrentar tu propia mortalidad por medio de un homenaje a los muertos, la geometría de la tumba y el agua son elementos que hacen que la idea resalte. En lo personal entiendo el porqué querer esconder la estructura, por aquello de que sea algo disimulado y callado, como la muerte; pero yo en lo personal no lo hubiera escondido tanto con la justificación de que la muerte es algo discreto pero lo suficientemente llamativo como para que los vivos nos veamos afectados por ella. La muerte es un símbolo fuerte que toca un punto débil en muchos ya que nos recuerda nuestras propias debilidades. Creo que no le deberíamos tener miedo a la misma ya que es algo tan especial como lo es la vida, quizás mejor porque nos hace reflexionar y en cierto modo hallamos paz en ella. El proyecto de Valeria habló de esto y pienso que me gustaría visitar ese memorial.