Un sistema espacial consta del buen uso del espacio, esto incluye distribución, manejo y el pensamiento que se le aplica al mismo. Un sistema material: distribución de objetos o artefactos materiales dentro de un sistema espacial determinado. Ambos sistemas pueden ser utilizados de manera independiente o en conjunto, según lo quiera el diseñador. Aún así no deja de haber ciertos esquemas por los que un diseñador se debe dejar llevar. Por ejemplo: la distribución del espacio es la base para poder generar un buen diseño. Un mal uso del espacio resultará en incoherencia con respecto a lo material (de ser aplicado). Y para lo material: debe tener cierta dinámica y convivencia para generar control o intenciones bien pensadas dentro de un espacio.

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   Un mal uso del espacio puede resultar en desorden con respecto a lo material ya que esto es lo que llena el espacio. De no saber o no planificar bien como irá lo material, el espacio se puede llegar a ver hasta más pequeño (como se muestra en la imagen superior). Los colores son un elemento que también influyen en como se aprecia un espacio. El dónde se ubica la cama tomando en cuenta su tamaño, en dónde ubica bien el cuadro, la posición de la mesa de patio con respecto a las rejas y faroles. Se debe diseñar un espacio teniendo en cuenta que el mismo tendrá una convivencia con objetos materiales. Por más buen diseño que haya, si el espacio está mal distribuido lo material no hallará balance lo cual resultará en un mal diseño.

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   Generalmente, se espera que el diseñador tenga un esquema del concepto o ambiente que quiere crear con lo material. Dentro de un espacio es ideal que los componentes tengan relación entre sí, y no solo los de un área, si no los del espacio entero al menos que la intención sea lo contrario. De ser así, debe estar bien justificada. El ángulo, orden, y sobre todo la utilidad, disponibilidad y el alcance deben ser tomadas en cuenta ya que no es factible tener una estufa al lado del baño o el cuarto justo al lado de la sala de estar donde no se tendrá una privacidad óptima. Todo está en el control de lo implementado, su convivencia con el espacio y las secuencias que pueda o no tener. Es importante que todo albergue un patrón o algún elemento que pueda ser entendido y aceptado por el espectador. De esta manera el lugar será más aceptado por el público o huésped.

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   Los sistemas espaciales y materiales coinciden entre sí. No dependen (necesariamente) uno del otro, pero si se complementan. Un espacio para de ser solo un espacio a algo con sentido y nombre cuando se le es aplicado lo material. Sean solo espejos para un salón de baile o mueblería para un ‘show room’. Con ellos también se pueden crear espacios negativos y positivos los cuales también aportan a la historia que quiere ser contada dentro del espacio o cuarto. La planificación va mas allá de solo tener componentes, va en como se organizan de modo que hagan sentido y se vendan. Que al final del día es lo más importante: que el cliente se sienta a gusto e identificado con el y quiera invertir en el trabajo.