Los humanos vivimos en un tiempo y realidad alterada por nuestro ego. Todo los que nos rodea, percibimos, respiramos y vivimos es producto, directa o indirectamente, de la obra del hombre. Desde los comienzos el hombre ha tratado de simular la naturaleza en sus creaciones. Ha querido volar como las aves, refugiarse como los cangrejos, cubrirse y asentarse en el clima frío como los osos... tras ver la película pude llegar a la conclusión de que la naturaleza humana no es natural, sino una naturaleza creada buscando recrear la naturaleza ya presente en nuestro entorno. Por eso es que nuestro entorno afecta nuestras costumbres, creencias, estilo de vida, y hasta las emociones. Nos movemos en masa como los pájaros y fluimos como los ríos. todo en conjunto, por instinto o por temor a la soledad, esta es la naturaleza que hemos creado gracias a nuestro entorno.

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    Llega un punto en el que todos sentimos que estamos en donde tenemos que estar, en el momento perfecto, esto gracias a la buena naturaleza que nos hemos creado a conveniencia de manera individual. Luego de la tormenta viene la calma, dice el refrán. Lo que no nos enseñan es que mientras hay calma en el oriente, puede haber tormenta en el occidente. Dos eventos ocurriendo a la misma vez, no coinciden. Los espectadores de uno, no pueden presenciar el otro pero no por eso paran de existir. Lo mismo pasa con la sociedad mundial. Hemos creado una naturaleza que acomoda a cada individuo según le conviene y juega el papel de juez. Se ha tratado de crear un balance que es casi inexistente. Pero claro, solo los menos privilegiados viven las consecuencias de dicho desbalanze social. En el documental muestran como la clase obrera trabaja para satisfacer a los grandes empresarios y como los grandes empresarios trabajan para satisfacer sus propias necesidades antes de las de pueblo o bien común. Y en un plano completamente distinto vemos como los de la clase baja trabajan para mantenerse con vida. Mientras unos viven ajetreados y sin tiempo para el amor o la naturaleza, hay otros que viven anhelando poder seguir viviendo.

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   Buscamos justicia dónde no es necesaria, aplastando a quienes de verdad la necesitan. Ignoramos a nuestro entorno a pesar de la gran influencia que tiene en nosotros y destruimos la naturaleza que creó e inspiró a nuestra. Todos lo saben, pero nadie lo acepta. Las leyes son ignoradas, pero todos nos quedamos bajo la ley del menor esfuerzo posible al no aportar a una sociedad alborotada. Ya en vez de nosotros imitar nuestro entorno, el  planeta ha evolucionado y ahora nos imita a nosotros, su plaga. Se está jugando el mismo papel con tal de limpiarse y sobrevivir. Al igual que la muerte, el instinto de supervivencia no discrimina.

 

   En una sociedad se vive bajo distintos niveles de realidad. Si nos dejamos llevar por el filme Baraka vemos distintas realidades mundiales que al compararlas se convierten en una sola. El mundo está alborotado, y para que cambie tenemos que cambiar nosotros y complementarlo en vez de dañarlo, amarlo en vez de quemarlo... si cambiamos nuestro acercamiento hacia el mismo en todos los sentido el mundo podrá ser un mejor lugar. Solo si nos comenzamos a tratar como personas y dejamos de vivir como animales tratando de cazar una sola gacela cuando alrededor hay cien más.